
- Además, hace más de un año que no duermo con él.
- Da lo mismo.
- No da. La última vez que dormí con él fue porque estaba triste. X se había marchado hacía sólo tres días.
- Espera, ¿dormiste con A porque extrañabas a B?
- Y sí.
- ¿No te parece absurdo?
- Nada. A veces uno tiene tanta pena que necesita un abrazo, dormir acompañada, olvidarse del olvido, torear a la muerte. No sé, acurrucarse tibia.
- Pero eso es utilizar al otro.
- No tanto. Él siempre durmió conmigo para olvidarse de S.
- Era un desquite, entonces.
- No. Era un pozo sin fondo.
- ¿Lo pasaban bien, siquiera?
- Sí, como un par de huérfanos en un banquete de navidad.
- ¿Y así se consolaban?
- Claro. Esa vez nos consolamos cuatro veces seguidas.
- No jodas.
- Era mucha la pena.
- Y ahora, ¿cómo...?
- Estoy perfectamente, ni lo pienses.
- Mierda de alegría.
- Da lo mismo.
- No da. La última vez que dormí con él fue porque estaba triste. X se había marchado hacía sólo tres días.
- Espera, ¿dormiste con A porque extrañabas a B?
- Y sí.
- ¿No te parece absurdo?
- Nada. A veces uno tiene tanta pena que necesita un abrazo, dormir acompañada, olvidarse del olvido, torear a la muerte. No sé, acurrucarse tibia.
- Pero eso es utilizar al otro.
- No tanto. Él siempre durmió conmigo para olvidarse de S.
- Era un desquite, entonces.
- No. Era un pozo sin fondo.
- ¿Lo pasaban bien, siquiera?
- Sí, como un par de huérfanos en un banquete de navidad.
- ¿Y así se consolaban?
- Claro. Esa vez nos consolamos cuatro veces seguidas.
- No jodas.
- Era mucha la pena.
- Y ahora, ¿cómo...?
- Estoy perfectamente, ni lo pienses.
- Mierda de alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario